“Me hacen sentir parte de la familia”: cómo es trabajar con Pollolin desde Tierra del Fuego
Cuando Pollolin comenzó hace 60 años en Cipolletti, era impensado que nuestros productos fueran distribuidos en toda la Patagonia, incluso en Tierra del Fuego. Por eso, es una gran alegría para nuestra empresa trabajar desde hace dos años con Daniel López, comerciante de Río Grande.
“La calidad que tienen en todos sus productos es hermosa; la atención, es muy buena. Me hicieron sentir como que soy parte de la familia”, cuenta Daniel, comprador y dueño de AP Carnicería junto a su esposa, desde hace seis años y medio. Su carnicería es uno de los locales más australes que comercializa productos Pollolin.
“Es muy lindo porque es una ciudad chica y al tener un comercio familiar honesto, la gente lo sigue y el trabajo se hace muy ameno. Cuando uno trabaja y le gusta lo que hace, es feliz”, refiere sobre su trabajo en Río Grande y agrega: “Nuestro local empezó como carnicería y hoy tenemos muchos rubros. La empresa es muy conocida y muy bien vista”.
En enero de 2019 comenzó a trabajar con nosotros y él describe esta incorporación como “una de las mejores, ya que nos fuimos especializando a pesar de que no trabajábamos con pollo”. “Cuando empezamos vimos un proyecto a futuro con Pollolin, a mediano y largo plazo. Nos llamó la atención la línea de productos, sus especialidades”, comenta Daniel.
Al ser consultado sobre por qué sigue eligiendo los productos Pollolin para comercializar en su negocio, nos explica: “Primero porque son patagónicos; segundo, la calidad; tercero, la imagen de los productos, cuentan con un desarrollo hermoso. Desde el primer día me trataron como si fuera una parte más de la empresa”. El proceso de distribución también es destacado por Daniel, quien nos cuenta que una vez que hace el pedido, los productos llegan a su local en aproximadamente cinco días.
Respecto al primer contacto con nuestra empresa, el comerciante recuerda una divertida anécdota: “Llamé por primera vez y la chica que me atendió, Fernanda, me preguntó qué estábamos necesitando. Le dije, mire… menos pollo entero, quiero desarrollar todo lo que es congelados y especialidades. Y ella no lo podía creer. Le pregunté por qué y me dijo que nadie pedía especialidades en ese momento. Me dijo que era de otro planeta”, recuerda divertido Daniel.
Desde ese momento, empezó nuestra relación comercial. “Fuimos de menor a mayor. Comercialmente hemos crecido, hicimos conocer el producto y su calidad en Tierra del Fuego”, explica Daniel y agrega: “Aquí tenemos showroom con dos televisores donde pasamos los videos de recetas Pollolin; con esto hicimos crecer la venta de los productos, especialmente de arrollados. Además, da muchas ideas a nuestros clientes de qué pueden cocinar”.
Agradecemos a Daniel por seguir eligiéndonos, ya que nos hace sentir orgullosos de nuestra gente y nos impulsa a renovar el compromiso de continuar mejorando, brindando la mayor calidad en los productos, logística y atención.